¿De qué tratan las señales de hambre y saciedad en niños?
¿Alguna vez te has puesto a pensar que hay más allá de cuando tu pequeño quiere comer o cuando ya no quiere?, en Nestlé por Niños Saludables, también nos lo hemos preguntado y en este artículo queremos contarte sobre la importancia de conocer las señales de hambre y saciedad en los niños.
Antes que nada, hay que distinguir entre los conceptos de hambre y saciedad; el hambre es la sensación que indica la necesidad del cuerpo a ingerir alimentos y por el otro lado, la saciedad es la sensación de plenitud que se da después de comer una vez que se logró satisfacer la necesidad de comer. Estas sensaciones no se dan repentinamente, si no que ocurren gracias al hipotálamo, un área del cerebro, que es la encargada de regular cuando sentimos hambre o cuando estamos satisfechos. El hipotálamo recibe las señales dadas por hormonas como la leptina (que da señal de saciedad) o la grelina (que da señal de hambre), en respuesta a la cantidad de energía que hay disponible en tu cuerpo.
Actualmente se está investigando más sobre este tema en niños, y sorprendentemente se ha encontrado que los bebés desde el nacimiento tienen la habilidad de controlar la cantidad de comida que consumen, dejando de comer cuando ya presentan saciedad. Pero al mismo tiempo, está habilidad va disminuyendo a medida que los bebés crecen; así que mientras más crecen los niños, se necesita una mayor regulación de la cantidad y/o frecuencia de la ingesta alimentaria. El reconocimiento de las señales de hambre y saciedad es crucial para el bienestar general por diversas razones. Nos ayuda a que acostumbremos al niño a que consuma la cantidad adecuada de alimento para satisfacer las necesidades y así mantener un equilibrio de la cantidad de alimentos que coma.
Alimentarlo de acuerdo a su edad y sus necesidades específicas, será esencial para el mantenimiento de un peso corporal saludable y prevenir el desarrollo de sobrepeso u obesidad. Además, la comprensión y respuesta adecuada a las señales de hambre y saciedad pueden ayudar a prevenir trastornos alimenticios, como la bulimia o la anorexia, ya que, si enseñamos a los pequeños a mantener una relación saludable con la comida, la cual implica reconocer y respetar estas señales, se evitan comportamientos extremos relacionados con la alimentación.
Para los más pequeños, en general te puedes dar cuenta que tienen hambre si señalan comida, abren la boca sin esfuerzo cuando se le ofrecen alimentos o cuando hacen sonidos y movimientos con las manos que demuestran entusiasmo o enojo. Por el contrario, te puedes dar cuenta de que ya no tienen hambre si alejan los alimentos, si cierran la boca o giran la cara cuando se le ofrecen alimentos, o incluso pueden llegar a escupir los alimentos cuando ya no quieren seguir comiendo.
Así que ya sabes, hay que reconocer estas señales para aprender a medir las porciones necesarias para tus niños y que la comida siempre sea tu mejor aliado para el bienestar y la salud de los pequeños de la casa.
Referencias bibliográficas:
- Ochoa C., Muñoz G. Hambre, apetito y saciedad. Revista Cubana de Alimentación y Nutrición 2014; 24 (2): 268-279. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/revcubalnut/can-2014/can142k.pdf
- Carranza L. Fisiología del apetito y el hambre. Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión 2016; 1 (3): 117- 124.
- Dupur A. et al. Young Children’s Learning about Hunger and Satiety through the Lens of the Norms of Those Who Feed Them. Soc. Sci. 2021; 10 (8). https://doi.org/10.3390/socsci10080292 . Disponible en: https://www.mdpi.com/2076-0760/10/8/292
